Bruno Borgonovi es Analista de Marketing Communications en Nissan Brasil y padre de una niña de seis años, quien se convirtió en su mejor compañera part-time de home-office. En su doble rol, es responsable de "todo lo que involucra a nuestra Nissan Frontier, dando soporte a todas las áreas: eventos, post-venta, CRM, ventas, entre tantas otras" pero también de "levantarse más temprano para preparar el desayuno de toda la familia y tantas otras tareas más difíciles que implica la paternidad".
Algunos podrían decir que el home-office de cierta manera, aleja a los empleados de la empresa. El ejemplo de Bruno que vive en su casa diariamente, demuestra todo lo contrario. "Mi hija es mi compañera de oficina en casa, cuando no está en la escuela, por lo que escucha todos los días sobre Nissan y sus diferentes modelos de vehículos. Como todos los niños son curiosos, no tardó mucho en preguntarme qué son todas estas cosas. Le expliqué con calma, mostrándole fotos y videos, para ilustrar y mejorar su comprensión. Ahora, con 6 años, cuando salimos a pasear, reconoce la marca y todos los productos, siempre alabando y demostrando un gran cariño por Nissan, el lugar donde trabaja su papá".
Los adultos tenemos mucha influencia en la vida de los niños y por esa razón, es el cuidado en lo que hacemos y decimos frente o con nuestros hijos. "Inicialmente, me sorprendió regalándome un dibujo de nuestra pick-up Nissan Frontier. Más adelante, otros de un Nissan Versa y un Nissan Kicks. Me llenó de emoción, felicidad y orgullo cómo logró traducir mi pasión y cariño por nuestros productos, a obras de arte invaluables para mí por tener su firma personal".
La dinámica familiar presenta desafíos en un contexto de home-office, y claro está, no hay fórmulas mágicas. "Tengo la suerte de que mi hija es tranquila, pero como toda pequeña, necesita atención y cuidados. Mi esposa y yo tratamos de planificar para que todo sea lo más fácil posible, por ejemplo, dejando comida lista para el día siguiente u organizando previamente la logística de llevarla al colegio. Mi hija sabe que cuando cerramos la computadora, estamos disponibles y viene corriendo a jugar: ¡es la mejor hora del día!". Esta "doble jornada" es compartida: los días que Bruno trabaja desde la oficina, a su mujer le toca doble turno, y lo mismo sucede de manera inversa. Cada uno juega un rol fundamental.
Cada familia tiene una estructura y rutinas diferentes. Balancear la vida personal con la laboral, se vuelve más sencillo cuando el trabajo se torna una actividad placentera. No siempre es fácil. En el caso de Bruno "el promedio es definitivamente positivo".
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Florencia Storch |